El papel de las mujeres en la democracia
y los Consejos Municipales
Juan Manuel Vázquez Barajas
Febrero 23, 2021 | Xalapa, Veracruz
Nos
encontramos cada vez más próximos a la fecha para la instalación de los 212
Consejos Municipales que serán los encargados de la preparación, desarrollo y
vigilancia del Proceso Electoral Local Ordinario en cada uno de los municipios
de Veracruz. Para esto, durante los últimos meses, el OPLE ha desarrollado un
proceso de evaluación a los casi 10 mil ciudadanos que aspiran a integrar dichos órganos desconcentrados, y así contar
con la certeza de la idónea asignación de perfiles para el ejercicio de esa gran
responsabilidad.
Presenciar
de manera directa todas las acciones que se han llevado a cabo para la
conformación de los Consejos Municipales, hace pertinente plantear algunas
reflexiones. En estas líneas desarrollaré un breve análisis sobre el papel de
las mujeres en la integración de cada consejo, así como de la importancia de
las reglas de paridad de género que fortalecen la representación política de
las mujeres veracruzanas.
De
acuerdo a la normativa electoral, los Consejos Municipales son integrados por tres
a cinco Consejeras y Consejeros Electorales; esto depende del número de
casillas que se instalen en el municipio. El consejo también está compuesto por una Secretaría; una Vocalía
de Organización y una Vocalía de Capacitación Electorales. De la misma forma, también lo integran una representación de cada
partido político, tanto nacional como estatal, con registro y con un órgano de
dirección en el municipio correspondiente.
El
método de selección de las y los aspirantes consiste en un examen de
conocimientos y en una entrevista de valoración curricular. Este examen es
diseñado, elaborado, aplicado y evaluado por una institución de educación
superior independiente del órgano electoral; en este caso, el ente que se
encargó del proceso fue la Universidad Veracruzana, lo que garantiza su
carácter técnico e imparcial.
El listado definitivo de las personas que
ocuparán un cargo dentro de los 212 Consejos Municipales será aprobado por el
Consejo General del OPLE el próximo mes de marzo; los conformarán las
personas que obtuvieron las calificaciones más altas en el examen y las mejores
evaluaciones en las entrevistas a profundidad, respetando siempre el principio
de paridad de género, por lo que serán seleccionados las y los mejores
aspirantes, en mismo número, a cada uno de los cargos del Consejo. Con este proceso se garantiza que las y
los ciudadanos electos estén capacitados para proteger el sufragio emitido por
la ciudadanía veracruzana.
Ellos harán valer la voluntad ciudadana en las
elecciones municipales del presente año, por lo que su labor es fundamental
para garantizar los derechos electorales y consolidar el espíritu democrático
del pueblo veracruzano. Por fortuna, esta importante encomienda ha sido
atendida por la ciudadanía. Muestra de ello es que, para este proceso
electoral, cerca de diez mil ciudadanas y ciudadanos compitieron por
alguno de los más de mil cargos de los 212 Consejos Municipales. Estas cifras
implican una tasa de crecimiento del 111% respecto al total de aspirantes, 4
mil 601, del proceso electoral anterior.
La
participación de las mujeres merece mención honorífica. Los datos arrojan que,
del total de aspirantes de este proceso electoral, el 55% fueron mujeres. Ellas
también representaron la proporción mayoritaria del total de aspirantes a casi todos
los cargos: el 57%, el 60%, el 58% y el 53% de los aspirantes a Consejeras(os),
Secretarias(os) y vocalías fueron mujeres. Estas cifras, sumadas a que el
número de mujeres aspirantes creció 131% en comparación al proceso electoral de
2018, no son sino evidencia de la importancia de las reglas de paridad y de la
valiosa respuesta de las mujeres veracruzanas para salvaguardar nuestra
democracia.
Aún
quedan, sin embargo, espacios por ocupar. El único cargo al que las mujeres no
aspiraron mayoritariamente fue nada más que el de la Presidencia. Allí, las
mujeres representaron el 47% de las y los aspirantes. Esta cifra, aún si se ve a
la luz de que el número de mujeres aspirantes a la presidencia creció en 126%
respecto a 2018, puede indicar que siguen persistiendo normas no escritas que
inhiben a las mujeres a postularse a cargos de alta gerencia, dados los muchos
años de integraciones dominadas mayormente por perfiles masculinos. Las
tendencias, sin embargo, parecen indicar que esto está cambiando y que no será
tarde el tiempo en que veamos a las mujeres dominar las aspiraciones a los
cargos más importantes del ejercicio electoral en Veracruz.
Por
otra parte, una de las críticas más comunes a las cuotas de paridad de género es
que permiten que la titularidad de los cargos termine en perfiles menos
capacitados a sus contrapartes masculinas. La “evidencia” más común de estos
detractores es que las calificaciones o las evaluaciones curriculares promedio
de las mujeres es menor que las de los aspirantes hombres. Esta postura, sin
embargo, pierde de vista que las aportaciones de las mujeres en la vida
política del país va mucho más allá de sus conocimientos técnicos. Las mujeres
nutren la vida pública, por el contrario, a partir de una concepción del mundo
distinta y de una perspectiva más integral y justa.
Asimismo,
cabe mencionar que en este proceso son seleccionados los perfiles de ambos
sexos que tuvieron el mejor desempeño: los primeros lugares de ambas listas de
aspirantes. Dicho lo anterior, los datos del proceso de selección actual
indican, de hecho, que el 52% de los aspirantes que sacaron 100 puntos (la
calificación máxima del examen) fueron, precisamente, mujeres. Esto mismo
acurre al desagregar por el tipo de cargo al que aspiran, dando como resultado
que el 53%, el 70% y el 56% de los aspirantes con calificación máxima a Consejerías,
Secretarias y Vocalías de Capacitación, respectivamente, fueron mujeres.
Todo
lo anterior muestra la importancia de las acciones afirmativas y revelan la
ejemplar respuesta de la ciudadanía veracruzana. Estas medidas buscan compensar
una
situación de injusticia, desventaja o discriminación; y alcanzar una
representación o un nivel de participación política equilibrada. Esto está
ocurriendo ya con las mujeres.
Aún tenemos tareas pendientes para lograr una sociedad incluyente, donde los
procesos de liderazgo y participación política sean oportunidad para todas y
para todos, sin importar sexo, raza, preferencia sexual, edad, entre otros. Por
ahora, hagamos juntos un reconocimiento a las y los integrantes de los próximos
Consejos Municipales y démosles las gracias, especialmente a ellas, por su
vocación de servicio y por cuidar nuestra democracia. Mis mejores deseos para estos
y estas distinguidas ciudadanas.
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