Gobierno abierto desde la cancha electoral
Marzo 5, 2020 | Xalapa, Veracruz
Juan Manuel Vázquez Barajas
Juan Manuel Vázquez Barajas
La
cercanía de la ciudadanía con su gobierno es el ingrediente más importante para
una buena receta democrática. A diferencia de otros sistemas, la democracia
exige que la ciudadanía sea partícipe y corresponsable de la toma de decisiones
cotidianas. La legitimidad del sistema en sí se deriva de este ejercicio, y se
nutre de la confianza que cada uno de nosotros le otorgue a quienes ponemos en
posiciones de poder.
Sin
embargo, no todo sistema es perfecto, y la democracia siempre se enfrenta a
nuevos desafíos para mantener o crecer dicha confianza. En México hemos visto
un alejamiento de las autoridades frente a la sociedad, reflejado por el
fenómeno de la corrupción e impunidad que sigue afligiendo a nuestros sectores
público y privado. Al claudicar espacio frente al dominio del interés
particular, nuestras instituciones se vuelven más herméticas y opacas. Pocas
personas saben de las discusiones que se tienen en estos espacios, y todavía
menos son invitadas a participar.
Es por
ello que a lo largo del mundo se han impulsado iniciativas como la Alianza por
el Gobierno Abierto, que en México ya lleva nueve años de trabajo.[1] Guiando estos esfuerzos se
encuentran los principios de transparencia, rendición de cuentas, participación
ciudadana e innovación. Su objetivo es promover una nueva forma de gobernanza,
cuya legitimidad no solo es apoyada por su aspecto democrático sino por su
horizontalidad e inclusión social.
En
Veracruz, el Organismo Público Local Electoral se ha comprometido con esta
agenda, suscribiendo seis objetivos para promover la participación ciudadana y
contribuir al plan de gobierno abierto del estado. En concreto, estos objetivos
son:
Como
parte del Consejo General del OPLE, celebro estos esfuerzos y encomiendo al
Comité encargado de su aprobación por incursionar acciones que nos lleven a
este tipo de mejoras institucionales. Como comienzo, considero que permitirá al
OPLE utilizar su mandato sobre la educación cívica para impulsar esta agenda a
lo largo y ancho de nuestro estado. Generando mayor conocimiento y consciencia
dentro de la ciudadanía acerca de la importancia de su participación y el
alcance de sus derechos.
Opino
que desde el ámbito electoral podemos llevar esta agenda más allá y tener
discusiones acerca de cómo podemos cerrar la brecha entre ciudadanos y
autoridades. Otros entes del Estado ya han comenzado a adoptar estos
principios, lo vemos con los ejercicios de parlamento abierto en el Congreso
Federal y con las iniciativas de justicia abierta que ha campeonado el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación.
¿Cómo
podría impulsarse esta agenda desde los organismos electorales? Podemos empezar
involucrando a la ciudadanía en debates acerca del futuro de nuestro sistema
electoral; promoviendo formas en la que el gasto electoral y el financiamiento
a partidos políticos sea más transparente, o ideando propuestas para fortalecer
la rendición de cuentas respecto a la fiscalización de gastos de campaña.
También
será importante generar nuevas formas de innovar en materia electoral, de tal
forma que se acerque a la ciudadanía a participar en los procesos electorales.
Veracruz en 2018 celebró una jornada electoral con el nivel de participación
más alto visto en los últimos años, con una concurrencia a las urnas del 65% de
los electores. Podemos mejorar todavía más. Ajustes que permitan al ciudadano
tener mayor certeza acerca de los resultados es un factor que puede robustecer
la confianza en las elecciones. Allí será importante considerar pasos como la
simplificación del sistema de votación, o posiblemente las ventajas de adoptar
mecanismos de voto electrónico.
Al
pensar en la importancia de la participación ciudadana, debemos recordar que en
la cancha electoral la sociedad mexicana ha depositado su principal mecanismo
de deber cívico. Mientras que en otros países se optó por la participación en jurados,
o en servicio comunitario; las y los mexicanos somos llamados cada elección a
ser funcionarios de casilla y resguardar el voto de nuestra comunidad.
Para
quienes laboramos en el ámbito electoral, es importante recordar que a través
de nuestro trabajo existe la base para la inclusión de la ciudadanía en los
procesos públicos del país. Depende de nosotras y nosotros encontrar más y
mejores formas de seguir abriendo el gobierno, partiendo desde nuestra propia
trinchera.
[1]
Notando la interrupción que se presentó en 2017, dadas las protestas de
organizaciones de sociedad civil por el supuesto espionaje del entonces
gobierno federal a sus integrantes y dirigentes.
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